11:32 p. m.
Luis Eduardo Benites Ames
Ha llegado el primer fin de semana del año e inevitablemente, siento las ganas de relajarme, tratando de hacer lo mínimo para poder descansar. Claro que esto es una ilusión porque siempre hay cosas que hacer en la casa y más aún cuando tienes familia. Pero de pronto por ahi las niñas salen de compras con mamá, y puedes darte una siesta de aquellas de dos o tres horas y recuperar algo del sueño pasado. Te preparas tu cafecito batido, revisas tu correo, y ya estas listo para escribir pero las ideas se han ido, ya no estan y entonces aparece la pereza, la duda y tratas de buscar inspiración en todos lados.
Y luego de pensar y repensar y deshechar ideas buenas (que luego voy a poner más adelante), creo que lo mejor es colocar justamente esas disculpas, esas excusas que uno mismo encuentra para no publicar el blog.
Aqui una breve lista de estas situacione (y su respectiva respuesta)
1.-Te levantaste fatal de una resaca / Escribes sobre los efectos del alcohol y lo imprudente de hacer mezclas de trago en las reuniones.
2.-Porque se te malogro la computadora / Te vas a una cabina y pagas tu sol por una hora (y de paso chateas también)
3.-Estas con una fiebre de 40 grados / hablas de la medicina alternativa, la acupuntura y las pastillas que se pueden tomar en estos casos.
4.-Simplemente no tienes ganas de escribir /entonces recurres al melodrama y explicas que estas saturado de todo, hablas del temor a la página en blanco, que hoy fue tu día de mala suerte, etc.
5.- Te quedaste dormido y ya es la madrugada del día siguiente -y tenias que escribir uno diario- / caballero, a escribir doble, lo importante es no dejar de hacerlo. Como dice el refrán : si piensas que hoy estas en problemas, esperate a mañana.
En resumen, creo que solo hay dos situaciones en las cuales es permitido dejar de escribir el blog: que entres en estado de coma sin saber cuando vas a despertar o que te enyesen los dos brazos. Bueno, si tienes los brazos inutilizados puedes pedirle a un alma caritativa que te ayude a escribir tu texto y puede que de ahi surjan nuevas ideas que ni siquiera habías pensado. Entonces animo, a concentarse y no perder la calma. Todos nos hemos quedado dormidos en el omnibus alguna vez y llegado a casa con ganas de no hacer nada, pero esta bien, no te angusties. Es solo un parpadeo necesario para continuar soñando.
