sábado, 20 de febrero de 2010

18) Alianza Lima

08segundos. El segundo gol más rápido de la Copa Libertadores de América. Y parecía que se venia una goleada. Que tendríamos que colgarnos del arco y hacer tiempo para que no lleguen dos, tres goles. Y fueron cuatro. Pero a favor de Alianza que desperto luego de ese baldazo de agua fría y no se desordeno.

Poco a poco, a ofensiva blanquiazul fue llegando incesantemente hasta el arco de estudiantes y Aguirrem arco el primero para empezar a poner las cosas en orden. Porque después de eso se siguieron generando ocasiones y se anulo un gol en legitima habilitación de Fernandez y no se cobró una mano dentro del área. Y justo cuando al entrenador Costas lo estaban guiando expulsado fuera de la cancha, llego el segundo de Alianza, luego que Aguirre (otra vez) le ganara la posición a los defensas y sacará un ramate cruzado que vencio al arquero Orion. El estadio entonces ya era un loquerío un doceavo jugador que empujaba y empujaba sin descanso.

Los comentarista de la cadena argentina Fox estaban impresionados. Todo era elogios para Wilmer Aguirre (que anotaria después un tercer tanto en el segundo tiempo) y me preguntaba que pensarían si supieran que al año pasado Aguirre fue el jugador más mentado por la hinchada pero por la ineficacia mostrada al momento de definir.

Su bajo desempeño costo varios partidos y los hinchas se lamentaban que siguiera, esperando tal vez el día que demostrara que podía hacerse una -por fin- entre tantas oportunidades. Y ese día fue hoy, corrió y metio y anoto tres goles nada menos que ante el Campeón vigente de la Copa Libertadores.

Alianza se recuperó de un imposible y todos los hinchas volvimos a recordar el dicho: "aquel que no ha sufrido, aquel que no ha llorado..." menos mal que la angustia duró solamente 17 minutos. Cuando Aguirre empato el partido y de allí Alianza se creyó capaz de ganar y nos dió (quizás) el mejor partido de Copa Libertadores que le hayamos visto. Y la oportunidad de seguir creyendo.

17) A la rivera de Ribeyro

Siempre es una delicia releer a Ribeyro. Cuando estoy desanimado busco la palabra del mudo y me pongo a leer los cuentos que con tanta habilidad a escrito. Sus textos los conocí de niño y son una gran influencia para mi.

Precisamente este libro fue el primero que lei cuando aún estaba en el colegio. Me impactaron sus historias reales - urbanas y algo que hasta ahora en un reflejo de nuestra sociedad: la imagen del marginado, del perdedor, de aquel que nacio signado por el fracaso y por más que intente no puede cambiar su destino.

Y una vez tuve la suerte de verlo, cuando era estudiante y la por encargo del profesor Manuel Jesús Orbegozo los alumnos fuímos de comisión a la Municipalidad de Miraflores. Era una ceremonia donde lo estaban homenajeando y quisimos entrar al auditorio pero estaba repleto. Los que no pudimos entrar entonces nos reunimos frente a la entrada de la Municipalidad y desde el parque, un grupo de gente empezo a corear su nombre. Y entonces Ribeyro , cual presidente de la república, salio al balcón y saludo a los que se habían reunido para verlo.

Su figura larga y delgada fue lo que más me impresionó. Una delgadez extrema que parecia flotar cuando caminaba. Su sonrisa ancha y el saludo amable humanizaron al escritor que solo conocia a travéz de sus libros.

Desde entonces siempre busco volver a esas historia. A esos caminos diferentes, donde el triunfo no existe y los pequeños placeres son los cotidianos, los que no son tomados en cuenta. Y tal vez me aventure -por fin- motivado y conmovido por la genialidad de Ribeyro a escribir alguna historia digan de ser recordada.


16) Donación II

Tenía la idea de levantarme muy temprano ese día. Hacer la cola correspondiente y esperar mi turno. Sabía que la mañana se haría larga y que saldría de alli por lo menos al mediodia. Pero la familia se había enterado del intento fallido del lunes y hablaron con la asistenta social para pasar de frente a la ventanilla de atención.

Un pequeño alivio de dos horas. A las 8 empece dejando mi DNI para el primer llamado. El primer pinchazo al dedo para hacer los análisis. Luego la medida de presión, esperar un poco más e ingresar a la sala de donación junto con 6 personas más.

Sentir la aguja entrando en la vena, el metal infiltrado en el brazo cortando el paso natural de la sangre y de pronto la vista se me nublo y le pedi a la doctora un poco de alcohol. Me sentia mareado y todavia no habían pasado ni 5 minutos. Recorde cuando estaba en el colegio y también por no tomar desayuno una mañana, casi me desmayo en el patio.

Reclinaron el asiento, para estar en posición horizontal y aspirando el alcohol me senti mejor. Apretando el puño logre terminar con la tarea. Ahora solo tenia que descansar un poco y que mis sentidos volvieran a la realidad.

Afuera la cola parecia haber aumentado. Saqué una fotocopia del recibo de la donación para que no me descontarán horas en el trabajo y tomé un taxi. Ahora sólo queda esperar la fecha de la operación.

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